El Frente Amplio propuso en su plataforma electoral rebajar el IVA, que es el impuesto más regresivo de todos (cuanto menos tiene uno, más lo afecta). Ahora que el equipo económico de José Mujica anda puliendo los proyectos a seguir, detectaron que el dinero que volcaría a la economía con esa medida llegaría a los pobres en una muy pequeña parte - quienes más pagan IVA y quienes más se beneficiarían de la rebaja son quienes más dinero tienen. Por tanto, evalúan alternativas más eficientes como un IVA personalizado según los ingresos, por ejemplo mediante una tarjeta a la que se agregaría lo devuelto como saldo.
Miembros de la oposición tienen distintos enfoques sobre el tema, según sus posturas ideológicas o interpretaciones de la economía. Curiosamente, en vez de defender sus ideas, Luis Alberto Lacalle y Jorge Larrañaga exigieron al gobierno que cumplan con el programa del Frente Amplio. "Si se prometió bajar el IVA tiene que bajarse el IVA." Es decir, no les importa que el gobierno haga bien o mal al país, que sea justo o injusto: les importa poder reclamarles dentro de tres años que incumplieron con lo prometido. Así no se construye un país mejor.
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