sábado, 7 de febrero de 2009

No hay derecho

El conservadurismo ("la derecha") sufre una crisis mundial. Ojo, los países pesados de Europa están gobernados por ellos. Les falta pueblo. Muy raramente escuchamos a un político decir "¡yo soy conservador, que no ni no!" o "¡aguante la derecha nomás!", y mucho menos a un ciudadano de a pie, pero es muy común escuchar lo opuesto.

¿Falta juventud? Ni se precisa. Acá en Uruguay tenemos una infinidad de dinosaurios izquierdistas, que vienen sobreviviendo al derrumbe soviético, a los intensos ciclos económicos y a los vaivenes de los socialdemócratas. Aunque aunque la inmensa mayoría de la gente los ignore o crea que viven en otro siglo, estos individuos siguen en su eterna lucha contra molinos de viento. Podría pasar lo mismo con los derechistas, pero no es así. Lacalle y Larrañaga no pierden oportunidad para intentar demostrar que son de centro, en vez de demostrar estar orgullosos de lo que son: conservadores.

¿Falta "marketing"? Presupuesto siempre les sobra. Porque aunque obviamente no todos los empresarios son conservadores, ciertas sectores económicos jugosos desaparecerían si socialdemócratas, izquierdistas varios y/o liberales impusieran sus ideales (pienso en cualquier industria contaminante, cualquier producto/servicio burgués y armamento). Más que por la cantidad de publicidad, me parece que el problema viene por el contenido.

No quiero decir que los defensores de ideologías contrarias al conservadurismo expresen más "contenido" en el sentido de "ideas concretas". Digo que otros Chávez, Lula y Obama son tan populares porque han logrado convencer a la gente de sus propuestas y de sus ideales, haciendo funcionar a la perfección su publicidad: apariciones en medios de comunicación, discursos públicos, contacto con la gente, etc.

¿Entonces ya está, se arregla así nomás? La decisión de cómo mejorar la publicidad de los conservadores no está en manos de los publicistas, sino de los políticos. D'oh!

1 comentario:

  1. Acabo de volver de un tablado carnavalero. Como correspondía en semejante evento, fui con la casaca autitista... pero sin camára de fotos :(

    A lo que venía. En el espectáculo, no escuché a ninguna agrupación decir "¡yo soy conservador, que no ni no!" o "¡aguante la derecha nomás!". Más o menos directamente, escuché de muchas lo opuesto. Me caen mal, prefiero los conjuntos que critican y se burlan de todas las creencias sin discriminación alguna.

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