(Hagan clic en el enlace para escuchar la fanfarria crónica.)
La máxima categoría del automovilismo mundial está a punto de resquebrajarse. La asociación de equipos de Fórmula 1 quiere derrocar la dictadura mosleyana, que cada año cambia los reglamentos caprichosamente, y recibir más dinero de los derechos de televisión, que hoy administra Bernie Ecclestone con mucha generosidad consigo mismo.
El jueves 18, la asociación de equipos declaró tener intenciones de crear un nuevo campeonato mundial de monoplazas, que administrarían ellos sin interferencias extrañas. El presidente de la Federación Internacional del Automóvil cree que los equipos están verseando, pero los principales dirigentes de la principales equipos afirman que ladrarán hasta poder morder lo que quieren.
Los hinchas seguirán el rugido de la categoría que reúna los mejores pilotos, autos y pistas. El circo de la Fórmula 1 no podría seguir en cartel sin Ferrari, McLaren ni los restantes imperios del automóvil. Por eso, quien tiene el deber de detener la huida es la FIA.
No soy el único que siente un déjà vu. ¿Se repetirá el culebrón de la CART y la IndyCar? Por el bien del automovilismo, ojalá que no. Como si faltaran peleas políticas absurdas...
(El título es la respuesta del chiste "¿Cómo se dice león en alemán?". Este artículo no es muy teutón que digamos, pero ambas palabras me sirven como metáfora.)
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Guau. El melodrama duró apenas una semana. La FIA cedió a los pedidos de la asociación de equipos, y éstos dieron marcha atrás en su pretensión de crear un campeonato paralelo. ¡Menos mal!
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