La Scuderia Ferrari, Fernando Alonso -máximo representantre de la furia roja dentro del automovilismo- y el banco Santander son una combinación de temer. Tanta sangre latina -no nos olvidemos que el otro piloto, Felipe Massa, es brasilero- asustará a los anglosajones de los equipos Mercedes, Red Bull y McLaren, sus rivales en la lucha por los títulos 2010 de pilotos y constructores de la Fórmula 1.
Las pruebas pretemporada son auspiciosas para Ferrari: han girado rápido y sin problemas mecánicos. Por supuesto, lograr una vuelta ráipda con el tanque de combustible vación no significa mucho más que poder clasificar entre los primeros: este año no habrá recarga de combustible durante las carreras, y los autos deberán ser rápidos tanto con tanque lleno y piezas nuevas como con tanque vacío y piezas al borde de la vida útil. Pero todo podría ser peor para los de Maranello, claro está.
Como ya expliqué antes, mi corazoncito está repartido entre Schumi, Massa y Vettel, en ese orden. No soy tan ferrarista como para apoyar a Alonso: difícilmente atraiga mis simpatías el último en ganarle un campeonato a Schumacher desde Hakkinen en 1999. Lo único seguro es que quiero que le vaya tan mal a McLaren como sea posible.
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