Los japoneses son únicos. Entre otras cosas, viven el deporte profesional de una manera distinta a los occidentales. Si no me creen, disfruten de estas dos postales de la visita de la IndyCar al óvalo de Motegi.
Minutos antes de la carrera, la pista tuvo un visitante inesperado (o lo contrario.)
El anuncio de encendido de motores de Tomikazu Fukuda, el gobernador de la prefectura de Tochigi (donde queda Motegi) es sencillamente espeluznante. La escucho y creo que miles de ninjas van a reventar a todo el público y todos los autos con katanas de quién sabe cuál dinastía.
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