viernes, 21 de noviembre de 2008

NBU38 en el MVDshow008: Un país de primera

Como dice el relator de la IndyCar Series de ESPN, "¡a lo que vinimos!" Acá están las máquinas más deseadas por grandes y chicos.

Alfa Romeo llegó a Uruguay de la mano de Autolíder, el importador de Mercedes-Benz. Tenían en exposición sus cuatro modelos: 147, 159, Brera y Spider. Las mejores fotos que tengo son las de los modelos pares.

A menos que se me esté escapando alguno, Audi expuso un A4 sedán, un A5 cupé, un TT cabrio y un Q7. El Q5 llegaría en abril con motores nafteros de 2.0 y 3.2 litros.

Con apenas tres modelos, el puesto de BMW estuvo pesadamente concurrido en las dos ocasiones que lo visité. El X6 y el M3 mostrados fueron casi imposibles de fotografiar sin que algún visitante se cruce por delante. El Serie 1 Cabrio era tan feo en persona como en fotos.

En la edición pasada del salón, Chevrolet había expuesto un Corvette C5 (no era clásico, sino viejo). Esta vez, los uruguayos parecen haberle llorado a nuestros vecinos orilleros para que le prestaran este C6 Z06. También exhibieron un Captiva que ya está a la venta y en realidad es un Opel Antara con parrilla actualizada.

Citroën tiene una gama envidiable, aunque algo cara (como todas). El Grand C4 Picasso arranca en unos US$ 40 mil, en tanto que este intrigantemente germano C5 se ofrece desde unos US$ 50 mil. El vendedor me contó que difícilmente llegue el C4 Picasso de dos filas de asientos, porque le sería difícil hacerse un hueco entre su padre Xsara Picasso y su hermano mayor Grand C4 Picasso.

Ford no se dignó en traer el nuevo Ka brasilero ni el nuevo Focus argentino. En cambio, sí exhibió un par de monstruos, incluyendo uno de mis todoterrenos estadounidenses favoritos: este cromadísimo Edge.

A marcas como Jaguar le bastan exponer dos unidades para que la gente adhiera sus grasientos dedos sobre los vidrios y la chapa. Habían rodeado al puesto de un cabo marinero para que la gente se amontone en la angosta entrada. No quisiera intentar acomodarme en la parte trasera de este bello XF; ya lo hice en un CLS el verano pasado y todavía me duele el cuello.

Me dejó atónito la aparición de Lexus en el Montevideo Motor Show. El excéntrico que pagó unos US$ 150 mil para adueñarse de este IS-F lo pidió en gris oscuro (*1) para pasar desapercibido, como si los transeúntes no fuesen capaces de notar las llantas enormes en gris oscuro o los cuatro caños de escape escalonados.

Las flechas plateadas que se exhibieron eran casi todas negras. La foto del GLK (que ronda los US$ 80 mil) salió tan oscura que es imposible discernir su silueta y ni me esforcé en subirla a la bitácora. El Clase C con frontal Avantgarde (el correcto) era blanco, pero la decoración del puesto era negra y así quedó la foto retocada. El SL 63 AMG estaba fuertemente custodiado, lo que ayudó a sacar fotos sin interferencias.

Subaru tiene muy pocas ventas en Uruguay. Pero mediante el éxito de los tracción total en el Campeonato Uruguayo de Rally, el importador está decidido a revertir esto y trajo tres modelos al salón: este Tribeca, un Forester y un Outback. Faltó el nuevo Impreza, que seguramente llegará a territorio uruguayo en pocos meses.

De las marcas asiáticas, Suzuki es de las que más presencia ha tenido en Uruguay. En plena crisis económico, Ayax se atrevió a traer el Swift además del popular Grand Vitara (el actual, no el anticuado modelo argentino). Este SX4 simplemente me encanta, aunque lo elegiría en colores más fuertes que los habituales plateados y oscuros que los uruguayos suelen elegir.

No es precisamente el modelo del cual me inspiré para crear el modelo Estufen del Autito 666. De todas maneras, el Porsche 911 Turbo es descomunal tanto por pinta como por motor.
Toyota tenía sus tres sedanes en exposición: el Yaris, el Corolla y el Camry. Mirando el frontal o la parte posterior, es complicado diferenciarlos. Pero la marca tiene tanta fuerza en Uruguay que trajeron este Prius recortado, adornado con un montón de luces de colores que muestran su sistema de propulsión híbrido.

Volkswagen tenía suficientes novedades como para dejar fuera a los conocidos Fox, Parati y Saveiro fuera. El Vento (Jetta V) familiar me parece tan feo y el Bora (Jetta IV) está tan viejo que ni me gasté en fotografiarlos. En cambio, me gustó mucho este Tiguan con paragolpes de todoterreno de verdad (que jamás me servirían si tuviese un todoterreno).

Me decepcionó que el XC60 falte a la cita. Estará disponible a fines de año con motorización desconocida... ¡para los propios importadores! En cambio, la gama baja estaba casi completa: este S40 en color champaña (demasiado clásico), un C70 con el techo a medio plegar (tan negro que ni ve ve en mis fotos), y un C30 marrón caca. El V50 difícilmente se venda como corresponde.

Las fotos de los modelos de Mistubishi salieron horribles. El Lancer está entre mis sedanes favoritos de su tamaño, y ni qué hablar del Evo X (que no estuvo en el salón). El Outlander está bastante bien para su tamaño.

(*1: Los puntitos brillantes de la carrocería no son efecto de la cámara de fotos recertificada, ni de los brutales maltratos que la imagen recibió para compensar la falta de potencia del flash y de la desastrosa lumínica de los pabellones del Latu. La pintura tiene perlitas, cachitos de metal brillante o lo que sea que tenga.)

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