A las 11 horas de una soleada y calurosa mañana sabatina, llegué al parque de exposiciones del Laboratorio Tecnológico del Uruguay para poder realizar esta cobertura del Montevideo Motor Show 2008. Estaba cerrado. De vuelta en las canteras, almorcé y previo a volver al predio revisé el equipaje: cámara de fotos con pilas nuevas, indumentaria autitista, bronceador, bitácora de papel, lápiz y goma.
Me sorprendió que la cantidad de tics que fui colocando en la bitácora de papel superaba a la cantidad de cruces. Los importadores de automóviles habían traído gran parte de las novedades que debían exhibir para atraer clientes y aspirantes a sus filas.
Los precios que fui averiguando reflejaron el temor de argentinos y brasileros de que chinos, surcoreanos, alemanes y marcianos invadiesen nuestra tierra grande con sus productos y eliminasen la industria mercosureña. Ejemplos: Noble 1.0 (el monstruo de abajo) a US$ 19.000, Hyundai i30 2.0 a US$ 39.000, Peugeot 207 CC 1.6 THP a US$ 48.000.
La marca que jamás hubiese pensado que diría presente en la cita celeste fue ¡Lexus! Arribó a estas antipuestas tierras orientales con tres unidades gris oscuro: un IS de seis cilindros, un ES sorprendentemente moderno para mis gustos, y el acá mostrado IS-F con un motor V8 de 5.0 litros bajo su ambombado capó y caja de cambios de ocho marchas. En el mismo pabellón se encuentran Hyundai, Effa, Lifan, Subaru, BMW y Jaguar, cuyas novedades no pudo registrar mi agotada cámara de fotos tras dos horas de trabajo forzado. Tal vez vuelva el martes a completar mi trabajo.
Ampliaremos en el correr de la semana.
(¿Cómo se me chispoteó el 2009 en vez de 2008? No me puedo responder.)
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