Como dice el título del artículo, mi palabra favorita para describir a los todoterrenos sin cualidades de todoterreno es todocamino, ya que estos autos están pensados para circular por todo tipo de... caminos. Y como dice el título, muchos de ellos me gustan mucho.
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Nissan Qashqai, Suzuki SX4
A pesar de la larga historia de todoterrenos que lleva Nissan, este modelo tiene tan poco de eso que asusta. Nissan lo publicitó como "a prueba de la ciudad", muy pocos compradores se lo llevan con tracción a las cuatro ruedas; y si no fuera por su lamentable habitabilidad trasera se lo podría catalogar como monovolumen. Este modelo demuestra que un nombre impronunciable no ahuyenta clientes: en varios países europeos, supera cómodamente en ventas a los viejos conocidos CR-V, Grand Vitara y RAV4.
Por el lado del SX4, es de los pocos todocaminos del segmento B que puede tener tracción total (Ecosport, Terios y casi ninguno más). Pero también tiene una altura relativamente baja para lo que pretende ser, y muchos lo confundirán con hatchbacks altos (C3, Fox, Colt). Incluso se vende carrocería sedán, por supuesto sin accesorios aventureros ni paragolpes negros.
Ford Kuga, Volkswagen Tiguan
Ambas marcas alemanas (*1) se tomaron su tiempo en hincarle el diente a los todocaminos del segmento C. Kuga jugó todas sus fichas a una conducción deportivilla (*2) y a un diseño radical. Cumple ambos puntos perfectamente. Los efectos secundarios: visibilidad trasera desastrosa, y dos coma cinco plazas traseras apretujadas. Lo primero se arregla comprando la cámara trasera (*3).
Volkswagen estrenó nueva parrilla "corporativa" en el Tiguan, sin cromados de mal gusto. El diseño es agradable, aunque totalmente predecible. El ángulo entre el capó y el parabrisas debería ser menor, y los pasarruedas deberían ser perfectamente circulares.
Ford Edge, Mazda CX-7
El Mazda Tribute, un ladrillo clonado del Ford Escape, debería ir dando paso a un CX-5 que pueda hacer frente al ejército japonés y al surcoreano frente a frente. El CX-9 es demasiado grande para mí y para cualquier persona normal, pero aparentemente no para los fanáticos de los ladrillos yanquis para los cuales fue pensado. Por el momento, este CX-7 es un perfecto equilibrio.
El Edge supuso una revolución en el mercado estadounidense, ya que las marcas locales habían evitado usar chasis monocasco en todoterrenos tan grandes. La reacción de General Motors no fue adecuada: el cuarteto Enclave / Traverse / Acadia / Outlook es demasiado grande para los que buscan todocaminos económicos, y es demasiado femenino para la clientela mencionada en el párrafo anterior. El grupo Chrysler decidió embarrarla lanzando tres modelos de pésima calidad: el Dodge Caliber, el Dodge Nitro y una herejía llamada Jeep Patriot.
Audi Q5, Volvo XC60
Durante cuatro años, el X3 tuvo la cancha prácticamente libre. Hasta 2007, los únicos modelos similares fueron el Land Rover Freelander (sus aptitudes todoterreno hacen honor a la marca) y el Acura RDX (una astuta jugada por parte de la marca de lujo de Honda). A falta de la segunda generación del X3, el Q5 y el XC60 son los todocaminos de lujo del segmento D que más me gustan (*4). Entre sus cualidades destaco la armonía de proporciones, la honestidad sobre la ausencia de cualidades sobre pisos tercermundistas, y la medianamente adecuada gama de motores (*5).
(*1: No me jodan con que el Ka, el Fiesta, el Focus, el Mondeo y este Kuga son estadounidenses o británicos. Es indiscutible que todos ellos son alemanes, igual que los Opel.)
(*2: En este contexto, "deportivito" me suena despectivo. Me quedo con el cariñoso diminutivo -illo, pese a que no es uruguayo.)
(*3: ¿Y los pasajeros traseros? Como dice el sabio Fray Betto: "donde entran dos, entran ocho".)
(*4: Recién me acuerdo del Infiniti EX, pero acabo hacer clic en "publicar entrada".)
(*5: Es decir, sin opciones V8.)
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