Según la enciclopedia libre de contenido, entre los deportes nacionales de Uruguay se encuentran rememorar antiguas glorias futbolísticas, opinar sobre la alineación que debería tener la selección de fútbol, y calcular cuántos puntos precisamos para clasificar al mundial de fútbol. Falta una disciplina esencial: pasarle la pelota a otro.
Un ejemplo claro es el fútbol uruguayo. Nadie tiene la culpa de lo que pasa, todo es culpa de alguien más. Si tengo un problema, se lo delego a otro. Policías, traigan más macaquitos azules a las canchas. Dirigentes, pongan rejas decentes. Policías, retengan a los vándalos. Dirigentes, no les regalen entradas. Futbolistas, pongan huevo que no perdemos. Paco, poné plata que nos morimos de hambre. Futbolistas, devuelvan las camionetas lujosas que no las precisan. Técnico, poné a los jugadores que juegan bien. Clubes, cédanos los jugadores que ustedes precisan. Paco, poné plata que jugamos. Técnico, poné a los jugadores que me dan plata. Referí, cobrá foul. Dirigentes, consíganos una pantallas. Hinchas, pongan plata para comprarlas. Así nos pasamos la pelota.
Ahora se atrasó el campeonato apertura, que ni dios sabe por qué se juega a fin de año. Como es de esperar, dado el vacío futbolístico, la prensa local sigue ignorando el resto de los numerosos deportes que disfrutamos los uruguayos. No importa que las ramblas se llenen de rugidos de motores, ni que los patos biarrotas vuelen con medallas en el cuello, ni que coloquemos caballos purasangre a árabes multimillonarios. La pelota blanca con manchas negras es el único útil que gira en este país:. Y si deja de girar, el país se vuelve completamente inútil.
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