La ciudadanía uruguaya decidió el año pasado que José Mujica sea Presidente de la República Oriental del Uruguay desde hoy hasta idéntica fecha del año 2015. Y aunque yo prefería a Astori y no lo voté en ninguna de las tres oportunidades que tuve, me alegra que sea él y no cualquiera de sus rivales blancos quien encabece el Poder Ejecutivo Nacional.
Su elección es riesgosa. No tengo miedo de que lidere una revolución a lo chavista ni la destrucción de la economía capitalista del país. Es que tiene el poder de hacer cosas buenas que otros presidentes no podrían. Por eso, si él llegara a fracasar, dudo que otra persona pueda ser exitosa.
Si citar no es plagiar, entonces repetir lo que deseé nueve semanas atrás no lo es: "que Mujica lidere la lucha contra la obesidad estatal, el retroceso educativo, la pobreza, la discriminación, el masomenismo de nuestro país". Eso resume bastante bien la inmensa tarea que espero de él. Sólo le pido eso: que sepa cumplir.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario